Hacia el sur de la vida
Cierto es que lo cierto
puede a veces ser triste.
Cierto también que la falacia
es la hermana de la decepción.
Mentira que esto sea duro de soportar,
cierto que somos fuertes antes que débiles.
Nacer, crecer, pensar, actuar…
¿No somos fuertes entonces?
En la alborada de la vida
el aliento mínimo es inocente.
Con el devenir de los sucesos,
en la revoltosa singladura de la vida,
se subleva el orgullo;
un caníbal desdentado
royendo sus brazos,
buscando saciar el hambre de gloria.
Chapucea así el hombre,
¡Imbécil! En su propia sangre.
Se derrama la inocencia y
a nuestros pies crece, inexorable,
la raíz de la culpa.
Cierto es que todo lo dicho,
puede ser una gran mentira…
Cierto también qué,
entre tanto divagar,
me queda la duda y sus permisos
¡Adelante!
Tengo pues, más de una razón
para rescatarme desde lo que fui.
Volver atrás y buscar
no es ceder ni rendirse,
es seguir las migas de pan
hasta el origen;
allí dónde lo cierto…,
es simplemente la verdad.
7 comentarios:
Sabias palabras, amigo mío, venga un abrazo y por supuesto un beso en la mejilla...
Muy cierto.
que bonito de leer en una mañana que aun es de noche con luna llena
feliz dia
Pao, Mano, gracias por los comentarios...
Besos
Volver atrás pero sabiendo lo que hay más hacia delante. Y avanzar, siempre hacia los sueños...
Besos desde mi orilla, amigo.
Besos a vos María... Gracias
Un texto reflexivo y repleto de sabiduría. Te felicito.
Un abrazo.
Gracias Helena, un beso!
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