Apología del Amor
Nacemos sin razón y vivimos para salvarnos. Salvación que aparece cuándo descubrimos la verdad.
Y la verdad sólo tiene cómo vehículo el amor. Amor que no es ni quiere ser entidad ni destino, sino raíz y savia nutricional de todas nuestras horas, todos nuestros caminos y decisiones.
La verdad, por ende, el placer de vivir y la esperanza de salvación, sólo pueden existir y permanecer cuándo nos sentimos capaces de amar.
Amar, querer y desear la vida, su naturaleza sin razón, sus errores y horrores, sus dulces momentos y su aún, desconocido significado.
¿Será que todo lo que se nos escapa viene detrás? que el momento más bello fue el que pasó hace un segundo y no supimos ver.
Viajar veloz por sobre la piel de los días y no detenerse jamás a morder la carne y saborear la sangre de un sentimiento es buscar la salvación en esa muerte perpetua que creemos es nuestra vida.
Nacemos sin razón pero con intuición e impulso de amar. Vivimos para salvarnos.
La verdad está adentro y siempre lo estará. La misma en todos: la necesidad de ser alguien para alguien… Transcurrir en una mente y no ser olvido ante la muerte.
Voy a sentarme a reflexionar sólo unos instantes. Todo lo llevo en mí, no temeré viajar, es sólo que quiero dejar aquí y en cada lugar que pise, una parte de mí…
Y la verdad sólo tiene cómo vehículo el amor. Amor que no es ni quiere ser entidad ni destino, sino raíz y savia nutricional de todas nuestras horas, todos nuestros caminos y decisiones.
La verdad, por ende, el placer de vivir y la esperanza de salvación, sólo pueden existir y permanecer cuándo nos sentimos capaces de amar.
Amar, querer y desear la vida, su naturaleza sin razón, sus errores y horrores, sus dulces momentos y su aún, desconocido significado.
¿Será que todo lo que se nos escapa viene detrás? que el momento más bello fue el que pasó hace un segundo y no supimos ver.
Viajar veloz por sobre la piel de los días y no detenerse jamás a morder la carne y saborear la sangre de un sentimiento es buscar la salvación en esa muerte perpetua que creemos es nuestra vida.
Nacemos sin razón pero con intuición e impulso de amar. Vivimos para salvarnos.
La verdad está adentro y siempre lo estará. La misma en todos: la necesidad de ser alguien para alguien… Transcurrir en una mente y no ser olvido ante la muerte.
Voy a sentarme a reflexionar sólo unos instantes. Todo lo llevo en mí, no temeré viajar, es sólo que quiero dejar aquí y en cada lugar que pise, una parte de mí…
Hernán Mierez ®